Aunque el verano aún no ha terminado, muchas viviendas y comunidades de vecinos ya están anticipando la llegada del frío y solicitando revisiones preventivas de sus sistemas de calefacción. Empresas especializadas del sector reportan un aumento del 35% en los servicios de mantenimiento programado respecto al mismo periodo del año anterior.

El motivo principal es claro: evitar averías costosas cuando las temperaturas descienden y asegurar un rendimiento óptimo de calderas, radiadores y sistemas de distribución térmica. Las estadísticas del sector muestran que más del 70% de las incidencias en calderas se producen por falta de mantenimiento, especialmente en instalaciones antiguas o que llevan años sin revisión técnica.